Es necesario hacer una retrospectiva sobre el contexto de intentos de secuestro en el metro; durante los últimos meses aproximadamente de noviembre a febrero se tuvo un auge impresionante sobre el modus operandi de este delito, valiéndose del "cálmate mi amor" como forma de operación usual.
Los delincuentes se valen de una red organizada de elementos que actúan de forma operativa, hombres y mujeres coludidos muchas de las ocasiones con las autoridades de seguridad del sistema de transporte colectivo metro, utilizando formas de ingeniería social aplicada a la victima e incluso al entorno para llevar a cabo su cometido, básicamente es una forma de persuasión de las personas cercanas que intenten ayudar a la victima.
¿Pero que es lo que pasa ahora?
Estamos en el mes de abril y nuevamente comienza a tomar un repunte en cifras de intentos de secuestro en el metro, esto es un claro ejemplo del "efecto cucaracha", se logra controlar un delito, en determinada zona, lugar, demarcación, pero se tiene repercusión en otro; de manera similar y en estaciones hoy en día un tanto mas reforzadas de seguridad, otras quedan en el abandono.
Podríamos ejemplificar el efecto con el contraste de una montaña rusa, al saber la población de la forma de operación, los medios masificando y abordando el tema de moda, dando una cobertura mas especifica, es entonces cuando el delito baja en cifras y se comienza a apagar lo acontecido, sin embargo, cuando viene el repunte y las formas parecidas de operar del delincuente es cuando la ciudadanía se encuentra más tranquila e incluso sin tomar importancia a los secuestros en el metro de meses anteriores.
Las medidas de seguridad no son temporales, son temas serios que se deben trabajar de forma continua e incluso repetitiva, dejar de lado la importancia de un tema tan delicado como lo son los secuestros en el metro no es más que la muestra de paranoia social temporalizada por causas masificadas de información.
Acércate a Mariposas Negras - Defensa Personal Femenina, estamos para ayudarte.
